El tiempo entre tú y yo fue un regalo maravilloso. Me enamoré, te amé, te amo. No me arrepiento de eso. De decirlo todas las veces que lo dije, y sé que fueron demasiadas. Me siento honrada de haber recibido tanto cariño de tu parte, extrañaré los besos, los abrazos, las caricias y la forma en que me hacías sentir.
Quizás ya no estemos juntos nunca, nunca jamás. Tengo que aceptarlo.
Y un día, escribiré con más forma, con mayor contundencia, con mayor corazón.
Ahorita lo tienes tú.